A medida que envejeces, experimentas muchos cambios y, es posible, que debas ajustar tu estilo de vida para un envejecimiento saludable. Una alimentación saludable y actividad física regular pueden ser claves para una buena salud a cualquier edad. Hacer cambios adecuados en tu estilo de vida también puede prevenir algunos problemas de salud, como diabetes, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer. Te compartimos algunos consejos de salud a continuación.

Mantener un peso saludable

Tu cuerpo cambia a medida que envejeces. Por ejemplo, si eres más sedentario que activo, es posible que tus músculos no funcionen tan bien como antes, y eso puede afectar tu fuerza. También puede que uses menos calorías, especialmente si no realizas ninguna actividad física. Con el tiempo, si comes y bebes más calorías que las que tu cuerpo usa mediante la actividad física y la vida diaria, tu cuerpo puede almacenar las calorías adicionales que conducen al aumento de peso. El exceso de peso puede provocar sobrepeso u obesidad. El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, presión arterial alta, colesterol alto en la sangre, enfermedad del riñón, enfermedad del hígado graso, algunos tipos de cánceres, y enfermedad de Alzhéimer y otros tipos de demencia.

Estar bajo peso también puede ser un problema de salud para los adultos mayores. Podría ser signo de tener un mayor riesgo de debilidad y pérdida ósea, que no estás comiendo suficientes calorías para mantener tu peso, que no tienes acceso a suficientes alimentos o a alimentos que satisfagan tus necesidades nutricionales, o que tienes una enfermedad o condición médica.

Comer saludablemente

A medida que envejeces, tu cuerpo comienza a necesitar menos calorías, pero necesita la misma cantidad de nutrientes. Por lo tanto, concéntrate en comer alimentos ricos en nutrientes, que contengan muchas vitaminas, minerales y otros nutrientes que tu cuerpo necesita en una cantidad menor de calorías. Llena tu alacena de comidas ricas en nutrientes como: 

  • frutas y vegetales
  • cereales integrales, como avena, pan integral y arroz integral 
  • leche sin grasa o baja en grasa 
  • en lugar de productos lácteos, bebidas no lácteas de soya, almendras, arroz u otras bebidas con vitamina D y calcio añadidos
  • mariscos, carnes magras, aves y huevos
  • habichuelas, nueces sin sal y semillas

Evita comidas que no son ricas en nutrientes como: 

  • bebidas y alimentos azucarados
  • alimentos elaborados con grasas sólidas: mantequilla, manteca de cerdo, margarina y manteca
  • alimentos ricos en grasas añadidas (como mantequilla o manteca de cerdo) y sal (sodio)

Hacer actividades físicas

La actividad física es buena para la salud a cualquier edad. Si nunca has estado activo, comenzar una actividad física, incluso en la edad avanzada, puede mejorar tu fuerza, equilibrio, flexibilidad y resistencia. Ser físicamente activo puede ayudarte a mantener un peso saludable y evitar problemas de salud crónicos a medida que envejeces. Puede ayudarte a reducir los síntomas de la artritis, la ansiedad y la depresión. Puede ayudar a mantener bajo control la diabetes y la presión arterial alta. Estar activo también puede ayudarte a vivir solo por más tiempo al mantenerte saludable.

Todo tipo de actividades cuentan, incluso las cosas que haces siempre, como pasear al perro, barrer la casa o rastrillar el patio. Cualquier actividad física que no se te haga difícil o desagradable, como bailar o brincar la cuica con tu nieto, también cuentan. 

¡Quiérete mucho!

A veces, los adultos de edad avanzada se sienten solos, tristes, deprimidos o estresados debido a los cambios en la vida, la pérdida de seres queridos, los problemas de salud, el cuidado de otros miembros de la familia o problemas financieros. Quererte mucho y ser bueno contigo mismo puede ayudarte a mejorar tus hábitos de estilo de vida y aumentar tu capacidad para hacer frente a las exigencias de la vida diaria.

Aquí hay algunas ideas para quererte a ti mismo:

  • Mantente en contacto con familiares, amigos o antiguos compañeros de trabajo, ya sea en persona o mediante las redes sociales.
  • Consulta a tu profesional de la salud con regularidad y discute con él o ella cualquier inquietud que tengas.
  • Duerme lo suficiente.
  • Únete a un grupo de caminatas u otro grupo social, como el Members Club de MMM o nuestro programa Patitas Calientes.
  • Si ya te retiraste, busca un nuevo pasatiempo o sé voluntario para ayudarte a mantenerte activo y social.
  • Rodéate de personas que disfrutes.

Recuerda: ¡nunca es demasiado tarde para mejorar tus hábitos alimenticios, volverte más activo físicamente y ser bueno contigo mismo para una vida más saludable!