Hoy día, las personas con síndrome de Down tienen vidas largas, productivas y saludables. Sin embargo, corren mayor riesgo de desarrollar ciertas condiciones según van avanzando en edad, debido a la copia extra de un gen para la proteína precursora amiloide en el cromosoma 21.
Propensión a desarrollar alzhéimer
Sabemos que, aunque muchas personas típicas se mantienen saludables a medida que envejecen, existe un riesgo creciente de desarrollar la enfermedad de Alzhéimer. Esta es la forma más común de demencia en los ancianos y cuanto antes se diagnostica, más opciones hay disponibles para controlar los síntomas de la enfermedad. En las personas con síndrome de Down, este riesgo es mucho mayor. La buena noticia es que no todas las personas con síndrome de Down desarrollarán demencia en su edad avanzada. Es posible para todos envejecer con gracia y disfrutar de sus años de vejez. Mantener una dieta saludable, ejercitarse regularmente, mantener las capacidades cognitivas afiladas mediante actividades que estimulen el cerebro (leer, hacer juegos cognitivos, socializar, etc.) y mantener un peso saludable son medidas que están al alcance de todos para evitar o retrasar el desarrollo de demencia o alzhéimer.
Obesidad y apnea del sueño
Dada la mayor prevalencia de obesidad en las personas con síndrome de Down, junto con las variaciones anatómicas del rostro, no sorprende que sea alta la propensión a desarrollar apnea obstructiva del sueño. Aunque los estudios parecen no ponerse de acuerdo sobre la asociación negativa o positiva entre la apnea del sueño y la edad, puede haber un impacto significativo de la apnea en la cognición que podría afectar negativamente el envejecimiento cerebral. Los episodios repetidos de privar al cerebro de oxígeno pueden provocar problemas con una parte del cerebro llamada hipocampo, que está críticamente involucrada con la memoria. Por lo tanto, la apnea es un factor de riesgo que puede remediarse con tratamiento, en beneficio del cerebro.
Envejecimiento acelerado
Los adultos con síndrome de Down experimentan “envejecimiento acelerado”, lo que significa que envejecen típicamente a una edad más temprana que la población general y tienden a desarrollar ciertas condiciones y características físicas que son comunes a una edad más temprana que la población general. La razón de esto no se comprende completamente, pero está relacionada en gran medida con los genes en el cromosoma 21 que están asociados con el proceso de envejecimiento. Este cromosoma es importante porque el síndrome de Down se caracteriza por una tercera copia total o parcial del cromosoma 21. Generalmente, la experiencia del envejecimiento acelerado se puede manifestar médica, física y funcionalmente. Muchos miembros de la familia y cuidadores observan, comúnmente, que las personas con síndrome de Down parecen “disminuir su velocidad” una vez que llegan a los 40 o 50 años. Como es “envejecimiento acelerado” y aún no se comprende por completo, predecir y prepararse para el proceso de envejecimiento se vuelve más desafiante para las personas con el síndrome. Esto requiere más atención e investigación por parte de la comunidad médica, pero mantener los ojos y los oídos atentos a los cambios tempranos permite responder a estos cambios de manera proactiva.
Salud mental
A medida que los adultos con síndrome de Down envejecen, aumenta el riesgo de experimentar ciertos trastornos de salud mental comunes como depresión, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos del comportamiento. Un cambio repentino o abrupto en el estado de ánimo o en los patrones de comportamiento justifica una mayor investigación. Se recomienda una evaluación médica exhaustiva para buscar cualquier condición física o médica nueva (y potencialmente corregible) que pueda estar contribuyendo al cambio en el comportamiento o el estado de ánimo.
Planificar para la edad avanzada
Las personas con síndrome de Down son generalmente muy sociables. Sin embargo, a medida que envejecen, la “disminución de velocidad” puede requerir ajustes y más flexibilidad con las actividades y el estilo de vida. Mantener las fuentes de enriquecimiento, esparcimiento y estimulación es fundamental para las personas con síndrome de Down, al igual que para las personas de edad avanzada de la población general. El aburrimiento, en particular, puede conducir a un estado de ánimo deprimido y comportamientos negativos. La interacción social puede ayudar a mantener el bienestar físico y mental, así que disfrutar del tiempo libre con actividades que se basen en los intereses del individuo, maximizar la estimulación y proporcionar esparcimiento, son fundamentales.
A lo largo del proceso de envejecimiento, es necesario evaluar periódicamente el entorno físico (el hogar, el lugar de trabajo, etc.) para identificar y hacer ajustes que ayudarán a mantener una buena salud, independencia, privacidad y dignidad mientras se garantiza la seguridad. Es necesario tener en cuenta todos los aspectos de las necesidades: médicas, físicas, sociales, de seguridad emocional y personales.
Envejecer tiene sus altibajos para todos. Los adultos con síndrome de Down, así como sus familias y cuidadores, necesitan una red de apoyo para ayudar a celebrar las victorias y ofrecer orientación durante los tiempos difíciles. Recuerde buscar ayuda y mantenerse conectado.