Nos toca estar pendientes de nuestra buena salud a cualquier edad, pero especialmente en la edad avanzada. ¿Por qué? Porque además de hacernos más sabios, con la edad también disminuye nuestra inmunidad y aumenta nuestra propensión a desarrollar enfermedades como diabetes, presión alta, enfermedades del corazón, cáncer, artritis, pérdida de la memoria o hasta depresión. Algunas de estas enfermedades no muestran síntomas hasta que empeoran. Los chequeos de rutina son indispensables para tener la oportunidad de descubrirlos temprano, cuando son más fáciles de tratar y, a veces, hasta curar.

Para envejecer con gracia y dignidad y durar muchos, muchos años, no tenemos que esperar a sufrir alguna enfermedad para visitar con regularidad al médico. Te recomendamos que estos chequeos rutinarios se hagan cada año o dos veces al año. Los chequeos regulares te pueden proteger de una enfermedad que ponga en riesgo tu vida o tu independencia mediante pruebas de cernimiento tempranas y exámenes.

Es más probable que, de esta manera, tu médico identifique un problema de salud que tú mismo. Tu médico está adiestrado para entender los síntomas, por más sencillos que te parezcan. Cambios pequeños en tu peso, presión arterial, niveles de azúcar en la sangre o de colesterol podrían significar el comienzo de alguna enfermedad que sería mejor encontrar temprano. Pueden referirte a pruebas, enviarte al especialista adecuado o recomendar tratamientos. Muchas enfermedades son más fáciles de tratar cuando se detectan en sus primeras etapas. 

Tu médico revisará tu historial de salud en la visita rutinaria. Te mantendrá al día con tus pruebas de detección, como la colonoscopia o la mamografía. Estará pendiente de si necesitas alguna vacuna, como contra el COVID-19, la influenza, la neumonía o la culebrilla. 

Además, cada vez que visitas a tu médico, te das la oportunidad de conocer más sobre tu salud o sobre los riesgos que podrías tener de desarrollar enfermedades. Puedes consultar cualquier información que hayas aprendido leyendo o en la televisión, o aclarar dudas o preocupaciones que puedas tener.

Para más decirte, los chequeos de rutina te dan la oportunidad de conocer mejor a su médico y de que tu médico te conozca mejor. Es importante tener una relación sólida con tu médico. La confianza que genere te facilitará hablar sobre temas delicados, como el consumo de alcohol o drogas, el sexo o la salud del tracto urinario. También, los chequeos rutinarios ayudan a tu médico a aprender más sobre ti, por lo que podrá saber si desarrollas síntomas que son nuevos o inusuales para ti. Cuanto más sepa tu médico, más atención personalizada podrá brindarte.

Y una de las ventajas más significativas de estar “en el tope” de tu salud es el ahorro de dinero que implica evitar enfermedades. A menudo es mucho más barato prevenir enfermedades que tratarlas. Por ejemplo, si dejas de fumar con la ayuda de tu médico, tus probabilidades de sufrir un ataque al corazón, un derrame cerebral o cáncer se reducen. Así será menos probable que necesites medicamentos costosos o cirugía. Los consejos para bajar de peso pueden ayudarte a evitar la diabetes o las enfermedades cardíacas y los tratamientos que implican.

En MMM te queremos como coco por muchos años, así que esperamos que, después de leer esto, hagas una cita con tu médico. Toma las riendas de tu salud y no te pierdas ni un solo chequeo de rutina de ahora en adelante.