¡Llegó el verano! Para muchos, es época de playa y vacaciones, pero también es un tiempo que está cambiando con los años, según el calentamiento global afecta todo el planeta. En Puerto Rico, la temporada más calurosa dura 5 meses, de mayo a octubre, y las temperaturas alcanzan los 90º F, aunque el índice de calor (el efecto combinado entre la temperatura y la humedad relativa en cada cuerpo humano) puede sobrepasar los 100º. Esto significa que la temperatura se puede sentir más alta de lo que en realidad es cuando hay humedad, algo que abunda en nuestra isla.
Tu primer impulso podría ser encender ese acondicionador de aire en high, pero puede que te preocupe el aumento que hacerlo pueda implicar en tu factura de electricidad (otro asunto que nos preocupa a los boricuas). Así que, ¿qué es más rentable: un acondicionador de aire o un abanico?
Un acondicionador de aire mueve el calor desde la habitación hacia afuera. Se necesita mucha más energía para que un acondicionador de aire haga eso… más energía que la que necesita un abanico para soplar aire sobre tu cuerpo. Como resultado, estacionarte frente a un abanico es significativamente más eficiente desde el punto de vista energético. Los abanicos usan alrededor del 1 % de la electricidad consumida por los acondicionadores de aire. Puedes dejar un abanico encendido durante 24 horas completas y aun así usar menos energía que 15 minutos de acondicionador de aire.
Sin embargo, ya que las personas mayores son más susceptibles al calor, debemos alertarte de que los abanicos no son ideales en toda situación. Al soplar aire sobre tu piel, los abanicos evaporan la humedad en tu piel. Esto hace que te deshidrates más rápidamente y se desequilibren tus electrolitos. Además, los abanicos no eliminan la humedad, lo que puede hacer que el calor se sienta más intenso. Por eso, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan el uso de abanicos en temperaturas por debajo de los 95º. Para calores extremos, es mejor que gastes un poco más en tu factura de electricidad a que el calor tenga efectos negativos en tu salud.
¿Qué efectos negativos puede tener el calor en tu salud? Como ya mencionamos, las personas mayores son más susceptibles al calor. Las temperaturas no tienen que llegar a los extremos 100º para afectarte y ponerte en riesgo de enfermarte. Algunos síntomas de que el calor te puede estar afectando son dolor de cabeza, confusión, mareo o náusea. Si estos síntomas no se atienden (saliéndote del sol o del calor, bebiendo fluidos que te hidraten, dándote una ducha, recostándote o yendo a una sala de emergencias), podrías sufrir un golpe por calor (heatstroke), una emergencia médica que podría causar daño cerebral o incluso la muerte. Así que, como ves, cuidarte del calor es un asunto vital.
Ahora, si vas a encender el acondicionador de aire, es posible que quieras hacer otras cosas para ahorrar energía eléctrica. Intenta estas:
- Limita el termostato de tu acondicionador de aire a 75º. Mientras más baja la temperatura del termostato en comparación con la temperatura afuera de la casa, más energía se gastará.
- Mantén los abanicos de techo encendidos incluso si enciendes el acondicionador de aire. Los abanicos de techo pueden bajar la temperatura de la habitación hasta 4º, lo que ayuda a que el acondicionador de aire tenga que enfriar menos.
- Limpia el filtro del acondicionador de aire con regularidad, especialmente si tienes mascotas.
- Calienta la comida en el microondas en vez de en la estufa; el microondas utiliza menos energía que la estufa.
- Pon cortinas que bloqueen la luz y el calor en las ventanas.
- Limpia con regularidad el filtro y la parte de atrás de tu secadora. La acumulación de pelusa hace que la secadora tenga que trabajar más fuerte y por más tiempo para lograr secar la ropa.
- Es más, cuelga la ropa en vez de usar la secadora, por lo menos durante el verano.
- Cambia tus bombillas incandescentes por bombillas LED. Las LED utilizan 75 % menos energía y duran 50 % más que las incandescentes.
- Disfruta y protege los árboles de tu comunidad o de tu patio.
Con estos consejos, ¡podrás disfrutar del verano feliz!