Abu:
Primero, felicidades en tu re-nacimiento. Y le llamo así porque me imagino que volviste a nacer cuando decidiste compartirnos tu realidad.
La noticia de que eres homosexual y que has sido tan valiente en dejárnoslo saber, te confieso que es inesperada y hasta un poco sorprendente, pero para nada cambia, en absoluto, la profunda admiración y amor que siento por ti como mi abuelo. Tu confesión me llena de un orgullo que no logro explicar con palabras pero que estoy dispuesta a demostrar con acciones. Cuenta conmigo para acompañarte y para aprender más sobre tus experiencias y perspectivas. Tu felicidad y bienestar son muy importantes, y haré todo lo posible para asegurarme de que te sientas amado y respaldado.
¡Tengo tantos buenos amigos y amigas que son de la comunidad LGBTTQIA+ que adoro con el alma! Compartimos mucho y estoy familiarizada con sus situaciones. Así que, en mí tienes una aliada dispuesta a escucharte y a defender tus derechos en todo momento.
Siempre recuerdo que, desde chiquita, tolerabas mis ideas y mi ‘música moderna’. Compartir contigo ha sido una parte fundamental de mi vida, y el amor que me has brindado a lo largo de los años es invaluable. Ahora la vida me regala ser tolerante con tu nuevo camino y quiero que te sientas cómodo y seguro al compartir tu auténtico yo conmigo. No importa a quién ames, siempre y cuando te trate bien. Eres mi abuelo querido y eso nunca cambiará.
La diversidad es lo que enriquece nuestras vidas y nos hace únicos.
Ojalá más personas, especialmente los mayores como tú, pudieran ser más decididos y, en vez de pensar “pa’ lo que me queda de vida, sigo en el encierro”, se dieran permiso para vivir su verdadera orientación sexual a la edad que sea.
No importa lo que depare el futuro, quiero que tengas la seguridad de que siempre estaré aquí para ti, celebrando tus alegrías y apoyándote en tus retos. Eres una persona valiente y admirable, y estoy orgullosa de ser tu nieta.
Así que, el año que viene para esta fecha, celebraremos tu nuevo cumpleaños.
Con todo mi amor.