La vida sexual en la tercera edad puede ser tan satisfactoria como en cualquier otra etapa de la vida, especialmente si se está abierto a explorar nuevas formas de intimidad. A medida que envejecemos, es natural que cambien nuestras necesidades y deseos, pero esto no significa que la vida sexual deba verse comprometida. El autoplacer, o masturbación, es una práctica natural que desempeña un papel vital en el mantenimiento de una vida sexual saludable.
Aquí te ofrecemos una guía educativa sobre cómo incorporar el autoplacer en tu vida después de los 60 años.
1. Rompiendo mitos y tabúes
El autoplacer es a menudo un tema rodeado de tabúes, especialmente en la tercera edad. Sin embargo, es una práctica completamente normal y saludable en cualquier etapa de la vida. Puede ayudarte a explorar tu propio cuerpo, conocer mejor tus deseos y necesidades, además de mantener una conexión íntima contigo mismo. Superar estos prejuicios y aceptar el autoplacer como una parte positiva de la vida sexual puede llevar a una mayor satisfacción y bienestar general.
2. Beneficios físicos y emocionales del autoplacer
Desde mejorar la circulación sanguínea y la salud cardiovascular, hasta liberar endorfinas que mejoran el estado de ánimo, esta es una excelente manera de reducir el estrés y aumentar la autoestima. Además, es una forma segura y libre de presión para experimentar placer sexual.
3. Conoce tu cuerpo y tus límites
A medida que envejecemos, es importante ser consciente de los cambios en nuestro cuerpo. Tómate el tiempo para explorar qué te resulta placentero y cómodo en esta etapa. Escucha a tu cuerpo y respeta tus propios límites. El autoplacer es una forma segura y personal de mantener una vida sexual activa y saludable.
4. Incorporación de lubricantes y juguetes sexuales
Para enriquecer la experiencia de autoplacer, considera la posibilidad de utilizar lubricantes – ya que con el paso del tiempo la sequedad vaginal puede aumentar – y complementa los juguetes sexuales para que la experiencia sea más cómoda, suave y agradable. El mercado ofrece una amplia variedad de juguetes sexuales. Considera empezar con opciones suaves y fáciles de usar, como vibradores, anillos para el pene, o estimuladores de clítoris. Es importante elegir juguetes de alta calidad y que sean cómodos de usar, especialmente aquellos que están diseñados para personas mayores.
5. Educación continua y consultas con un especialista
Recuerda que si sufres de alguna condición médica que afecte tu sexualidad, no dudes en consultar al profesional de la salud que pueda ofrecerte orientación personalizada. Si sientes inseguridad sobre cómo comenzar o tienes dudas sobre el uso de juguetes sexuales, un sexólogo especializado en geriatría puede guiarte y recomendarte productos y prácticas que se adapten a tus necesidades específicas.
El autoplacer después de los 60 años no solo es una forma de mantener la intimidad personal, sino también una herramienta poderosa, saludable y natural para mejorar la vida sexual y el bienestar general. ¡En MMM queremos que acojas estas ideas con una mente abierta y un enfoque en la educación para que disfrutes de una vida sexual plena y satisfactoria en la tercera edad!