¡Ya comenzamos la segunda mitad del año! Y aunque el calendario no se detiene, tú sí puedes hacerlo por un momento para mirar hacia atrás y reconocer cómo estás... de verdad.

Quizás en enero te hiciste algunos propósitos: moverte más, dormir mejor, sentirte menos solo, manejar mejor tus emociones. Y aunque no lo hayas logrado todo, seguramente sí has dado pasos importantes: dormir una hora más, caminar hasta donde antes no llegabas, pedir ayuda, decir “hoy me siento mejor que ayer”.

Todo eso merece ser contado. Hablar de nuestra salud, nuestras emociones, nuestros pequeños logros diarios, nuestras experiencias… es una forma poderosa de cuidarnos. No se trata de quejarse, sino de reconocerse.

A veces pensamos: “¿Para qué hablar si no ha cambiado mucho?” Sin embargo, cada pequeño paso forma parte de una historia valiosa: la tuya. Y cuando la compartes, estás diciendo: así soy, así vivo, y sí, estoy avanzando.

Hablar de ti no requiere tener todas las respuestas ni estar completamente bien. Solo requiere sinceridad. El bienestar no se mide solo en blanco o negro, sino en todo lo que pasa día a día: lo que te cuesta, lo que celebras, lo que sigues intentando.

Si no sabes por dónde empezar a hablar de ti, aquí te van algunas ideas:

✒️ Escríbete una carta o unas líneas sobre cómo te has sentido.

🖼️ Dibuja cómo te ves hoy y cómo te sentías en enero.

🎤 Graba un mensaje de voz para ti mismo, recordando lo que has logrado.

❓ Hazte preguntas simples como: ¿Qué ha mejorado? ¿Qué me gustaría seguir trabajando? ¿De qué me siento orgulloso?

Este es un buen momento del año para reevaluarte. Mírate con cariño. Reconoce tus pasos y no te guardes lo vivido. Tu voz también forma parte de tu bienestar. En MMM, estamos aquí para escucharte y acompañarte mejor.

Si este año recibes la Encuesta de Evaluación de Salud, la HOS, no la ignores. En MMM, valoramos cada historia, cada palabra que compartes. Esta encuesta es confidencial y puede llegarte por correo o por llamada. Nos ayuda a entender cómo te sientes, física, mental y emocionalmente, para mejorar la atención que te damos. Aunque pienses que no hay grandes cambios, cosas como caminar un poco más, sentirte con mejor ánimo o volver a hacer algo que habías dejado, cuentan. Todo cuenta. Si eres del selecto grupo que la recibe, respóndela con confianza. Recuerda que, si necesitas ayuda, puedes hablar con tu médico primario, un familiar o tu cuidador.