A medida que envejecemos, el cuerpo experimenta cambios que pueden aumentar la vulnerabilidad a enfermedades crónicas, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Ambas enfermedades tienen características diferentes, pero comparten desafíos similares en su manejo. A continuación, exploraremos algunos consejos.

En el manejo diario

  1. Evitar desencadenantes: Identificar y reducir la exposición a factores que agravan los síntomas, como el polvo, el humo, el polen o el aire frío, es clave para prevenir crisis.
  2. Mantener un ambiente limpio: Asegurarse de que el hogar esté libre de alérgenos y contaminantes, usando filtros de aire y evitando productos químicos fuertes, puede ser muy beneficioso para la salud pulmonar.
  3. Ejercicio moderado: La actividad física adecuada fortalece los músculos respiratorios y mejora la capacidad pulmonar. Caminar, nadar o practicar yoga suave son excelentes opciones. Es importante adaptar la actividad física a la capacidad del paciente y seguir las recomendaciones del médico.
  4. Vigilar los síntomas: Tanto el asma como la EPOC pueden variar en severidad. Llevar un registro de los síntomas y reportar cualquier cambio al médico previene complicaciones.
  5. Nutrición adecuada: Una dieta equilibrada y rica en nutrientes fortalece el sistema inmunológico y puede reducir la inflamación, lo que es beneficioso para las personas con enfermedades pulmonares.

Manejo del Asma y la EPOC

El manejo de ambas condiciones implica un enfoque integral que incluye medicamentos, cambios en el estilo de vida y atención médica regular. En el caso del asma, los inhaladores de rescate y control son esenciales para prevenir y tratar las crisis. Por otro lado, la EPOC, que incluye condiciones como el enfisema y la bronquitis crónica, a menudo requieren tratamientos específicos.

Algunos tratamientos médicos son:

  • Broncodilatadores: Estos medicamentos ayudan a abrir las vías respiratorias, facilitando la respiración. Se administran a través de inhaladores y nebulizadores, y son esenciales tanto para el asma como para la EPOC.
  • Corticosteroides: En casos más graves, los corticosteroides se utilizan para reducir la inflamación en los pulmones, lo que ayuda a aliviar los síntomas y prevenir crisis.
  • Oxigenoterapia: Para quienes tienen EPOC avanzada, la oxigenoterapia puede ser necesaria para mejorar la oxigenación de la sangre y reducir la fatiga.

Con el seguimiento de los consejos anteriores y un plan de tratamiento supervisado por un profesional de la salud, es posible que nuestros adultos mayores tengan una vida saludable a pesar del asma y la EPOC. ¡En MMM, te queremos saludable!